CULTURA DEL HOMBRE LLANERO
Casanare
Casanare, territorio de gente noble, alegre y pujante, que se regocija con la riqueza cultural y las creencias que se esconden en los confines de la inmensa sabana, cuna de los llaneros que hicieron frente junto con el Libertador en las batallas de independencia.
El hombre llanero siempre se ha identificado con el caballo, porque uno y otro forman una sola naturaleza. Por tradición ha manejado ganados cerriles, se ha dedicado al cultivo de la sementera como medio de subsistencia, cosecha yuca y topocho que junto con la carne son la base de su dieta alimenticia.
El hombre llanero se caracteriza por ser experto nadador y navegante, hábil cazador y pescador, artesano de maderas duras y flexibles, constructor de la arquitectura del caney, vestuario de ropas ligeras, franelas y pantalones cortos llamados guayucos, usa cotizas, sombrero pelo de guama. Y su dormitorio es un chinchorro de moriche o de cumare.
Entre sus hábitos alimenticios se destacan: Toma café cerrero a las cuatro de la mañana y hace dos golpes en día ordinario, come queso y cuajada, es poco vegetariano, toma agua desde que se levanta.
Para el hombre nativo llanero su vida esta en su sabana infinita, en donde se identifica con sus garzas, garrapateros, alcaravanes. Posee gran conocimiento de los animales, sus enfermedades, conoce cada uno de los meses de su apareamiento y cría.
Es un fiestero innato, baila, canta y enamora, hace sus grandes parrandos, bebe y es tradicionalista en lo concerniente a celebrar fiestas como la Semana Santa, la fiesta del 29 de Agosto en honor a Santa Rita, el 3 de Mayo día de la Santa Cruz, la Navidad y el año Nuevo. Siempre se le oirá entonando coplas compuestas al amor perdido, a su caballo, a su sabana, cree en Dios, es supersticioso, bastante joven forma su hogar.
Casanare, tierra poco conocida por el resto de colombianos, pero con mucho que recorrer....
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